“El
verdadero periodismo es intencional, a saber: aquel que se fija un
objetivo y que intenta provocar algún tipo de cambio. No hay otro
periodismo posible. Hablo obviamente, del buen periodismo. Si leéis los
escritos de los mejores periodistas
-las
obras de Mark Twain, de Ernest Hemingway, de Gabriel García Márquez-,
comprobaréis que se trata siempre de periodismo intencional. Están
luchando por algo. Narran para alcanzar, para obtener algo. Esto es muy
importante en nuestra profesión. Ser buenos y desarrollar en nosotros
mismos la categoría de la empatía…Mediante la empatía se puede
comprender el carácter del propio interlocutor y compartir de forma
natural y sincera el destino y los problemas de los demás.”
Juan
Miceli es hijo de la etapa de la espectacularización de la noticia, es
un producto del la prensa de los 90. De esa época guarda todos los
vicios y los exhibe impúdicamente. Tan seguro está de que lo que él hace
es periodismo que se atreve a promocionarse en los medios que coordinan
la oposición política de la Argentina: Perfil, La Nación y Clarín. Sin
ponerse colorado dice que su “trabajo es periodístico” y con referencia a
su show de las pecheras intenta que “esto sirva para abrir un debate
entre los estudiantes de periodismo.”
Juan
Miceli y los estudiantes de periodismo no deberían asumirse como tales
hasta no aprobar Kapuscinski I. Rysard Kapuscinski no trabajó en Clarín
ni en la TV pública pero, poco antes
de que Héctor Magnetto lanzara su guerra a muerte contra la terquedad
política kirchnerista, escribió “Los cínicos no sirven para este oficio.
Sobre el buen periodismo.” El periodista polaco, en ese breve librito
dejó una lección que todo hombre o mujer que pretenda mediar con la
información debería leer y comprender antes de ejercer la profesión.
LO
QUE NO SE HIZO. Marcelo Valente, comunicador institucional, militante
de la Coalición por una Comunicación Democrática tiene mucha experiencia
en manejo de la comunicación en crisis. El plantea que “Desde
la perspectiva de la comunicación de crisis integrada al modelo de
comunicación de riesgo, la preparación de respuesta a una situación de
crisis necesita de un proceso previo de observación y análisis de los
escenarios posibles. La identificación de los efectos más negativos y de
las situaciones más probables es un camino obligado. El modo de mejorar el rendimiento es anticiparse a la situación. Los
factores detonantes de una urgencia se pueden identificar con
anticipación si se realiza un trabajo de monitoreo y evaluación previo.
Es posible determinar con cierto grado de precisión las emergencias que
pueden llegar a poner en la picota la credibilidad del accionar
institucional.” Marcelo sufrió la inundación de La Plata en Gonnet y
por supuesto denuncia que no sólo no se tuvo en cuenta algo que era
previsible sino que pasados varios días la mayoría de los vecinos siguen
sin saber cómo deben actuar frente a un tragedia como la del 2 de
abril.
LO
QUE VIENE. “Las poblaciones pueden ser preparadas para que desarrollen
sus propios recursos y puedan defenderse de los posibles efectos
traumáticos de las catástrofes, cualquiera sea su índole natural o
humana. Esto significa capacitar a la población para que pueda captar el
tipo y la dimensión de las amenazas, que pueda organizar y disponer de
los recursos que tiene propios y de la comunidad y para que sepa como
actuar durante los acontecimientos. A esta capacidad adquirida por las
poblaciones la hemos denominado inmunidad psíquica.” Moty Benyakar en su trabajo Lo disruptivo.
La prensa hegemónica que encarna el modelo periodístico de los ´90 denuncia la
política, nunca interpela al poder real. En la búsqueda (imposible) del
poder total esos Medios prohíjan periodistas como Bonelli, Miceli,
Hadad, Feinmann, Laje, Gelblung, Niembro, Araujo; son orgánicos al
poder.
Poco
se vio en los grandes medios del rol periodístico que cumplen radios
como las de FARCO (comunitarias) o las pymes barriales, que están en el
territorio donde se produce la tragedia. Ellos trabajan como plantea
Kapuscinski, son los que pueden anticipar (con apoyo estatal) lo que
dice Valente y también los que van a estar en la emisora cuando aparezcan los cuadros psíquicos para los cuales no hay, por ahora , inmunidad.
Para enfrentar estas catástrofes la Ley de Medios exige preservar un 33 por ciento del espacio radioeléctrico para las radios y canales que tienen la intencionalidad que pregona Kapuscinski. Esas emisoras, ahora, buscan en el Estado, su legalidad y discuten su sostenibilidad.
El Proyecto
del gobierno nacional se distingue por aprender de las crisis para
resolverlas a favor de la gente. Desde la falta de monedas hasta las
inundaciones. Aplica la terquedad de los principios. Otros gobernantes,
no. Son los que como Macri están dispuestos a ser gerentes del poder
real, el económico, transnacional y excluyente.
Néstor Piccone
08/04/2013