domingo, 18 de noviembre de 2012

NESTOR 2015 - 2019


Hay que ser muy hijo de puta y tener un alto poder de fuego mediático (o sea impunidad)  para poner en cuestión el compromiso militante con que Néstor y Cristina asumieron el gobierno desde mayo de 2003.

El programa del Proyecto K estaba escrito en la historia del movimiento nacional: Independencia Económica (lograda  por vía del desendeudamiento con la banca extranjera y ahora de los fondos buitre, más la recuperación de YPF, el correo, las AFJP, Aerolíneas); Soberanía Política (capacidad de gobernar por sobre los mandatos de los poderes reales, las corporaciones, cuya reforma fundamental fue, es y seguirá siendo la Ley de Medios ) y Justicia Social (reconocimiento de ciudadanía y actualización de derechos como el de igualdad de género u  otros de nueva generación que se pusieron en vigencia en los últimos tres gobiernos kirchneristas).
El 17 de noviembre fue un día justo para ver un ensayo cinematográfico sobre la vida, pasión y muerte de Néstor Kirchner y su familia. Si hay algo que se observa a lo largo de la película es la pasión puesta al servicio del programa histórico.

Kirchner rasguña el atril montado en la Esma mientras pide perdón en nombre del Estado Nacional por los crímenes de lesa humanidad perpetrados por la dictadura, una decisión negada por sus antecesores.

Quien nunca entró a la Esma no puede dar cuenta de lo que significa recorrer esas calles y edificios poblados de fantasmas asesinos y compañeros muertos y desaparecidos. Hablar en público en la Esma es desafiarlos y además darle cuerpo a los compañeros que padecieron el secuestro desaparecedor. Y Kirchner lo hizo.

La insidia que los Medios imponen para debilitar la moral de quienes militan en el Proyecto Nacional es constante. Contra Néstor y Cristina es descomunal, nadie debió padecer semejante distrato. Ver a Néstor hablando ante cientos de militares diciendo que no tenía miedo y que por vía de Nilda Garré venía a construir un nuevo ejército sobre la base de las condenas y no del perdón a los genocidas.
Si como dicen algunos ideólogos de izquierda, azuzados por los Medios, los K usaron y usan la bandera de los derechos humanos para ganar votos, no habrían necesitado poner tanto el cuerpo para lograr lo que se logró. Hay muchos políticos de todos los colores que no quieren juntar votos con las causas que parecían pérdidas en 2003, pero que menos están dispuestos a militar por desenterrar las causas que permitieron llegar al golpe de 1976 y menos a remover los escombros que la globalización neoliberal dejó en el suelo argentino cuando arrasó con las privatizaciones y el desguace del Estado.

Hay sangre en los ojos, cuando se tiene rabia. Hay lágrimas cuando se llega a la comprensión o la impotencia como hay sonrisas y morisquetas populares cuando se gobierna con alegría y con pasión. Eso está en la película y es buena como antídoto contra el olvido y la canalla mediática.

Ver una película entre militantes y en un estadio como el Luna Park es un espectáculo aparte. El himno nacional peronista se cantó sin pedir permiso, incluída la estrofa kirchnerista. Se aplaudió a Alfonsín y se silbó a Lanata (aunque en escena denunciara a Clarín) al Moyano K (defendiendo al gobierno de los golpistas campestres) y por supuesto a Menem y a Cobos. Está la Ley de Medios, los 21 Puntos y el sujeto que lo hizo posible. Habla Máximo y, cosa que perdurará más allá de la película es que la muerte de Néstor quedará por siempre atada a su dolor y compromiso por condenar a los responsables de la muerte de Mariano Ferreyra, un militante popular del PO.

La película provoca. Como nunca los medios  que comenzaron la campaña 2015 apenas logrado el 54 por ciento de los votos, esta semana pusieron y sacaron candidatos enterrando la re-reelección, como si el 7 de diciembre fuera día de comicios nacionales.
Pero va quedando claro, con lo que pasa en Latinoamérica, que los pueblos sostienen en el gobierno a los militantes más fieles; a esos que como Néstor desafían  a los poderes poniendo en alto las banderas del Proyecto Nacional  y Popular.
 
Néstor Piccone

18/11/2012

VIOLENTAMENTE CULTURAL


El 7 de agosto en Villa María, Córdoba, un puñado de dirigentes políticos, sociales, gremiales, culturales, coordinados por Juan Montes dio el primer impulso a la actual batalla por la defensa de la Ley de Medios. Todavía Martín Sabbatella no había llegado a la Afsca y el 13 S era un juego en las redes sociales.

Es muy profundo lo que está pasando con nuestra gente. Son cientos de miles los que se movilizan de contra.

Un gran Otro los conduce, pero la acción de salir a la calle es voluntaria. Además el Gran Hermano cuando logra la foto multitudinaria resignifica el acontecimiento y lo utiliza para sus negocios. Negocios que nunca compartirá con quienes logra sacar a la calle. Porque los miles de argentinos que se movilizaron son prenda de negociación en mesas políticas, económicas, sociales y culturales de alcance internacional.

Quienes defendemos el Proyecto Nacional y Popular debemos tomar nota de esta maniobra, maniobra que se hace en contra del gobierno nacional y de la presidenta Cristina Fernández y por detrás de las cacerolas y sus ejecutantes. No todo es lo que parece y lo esencial es invisible a los ojos.

Pero pasa algo cuando miles se movilizan, siempre pasa algo. Lo más peligroso no está en los caceroleros sino en quienes los conducen, esos que nunca van a elecciones ni tienen que poner la firma. Esos que son concientes que aún les falta un líder. Cuando ganó Carlos Menem, Esos creían que el liderazgo lo tendría Eduardo Angeloz, pero en la misma noche que el riojano se hizo de la presidencia comenzaron a ponerle las condiciones. Menem aceptó, el kirchnerismo no; y esto se sucede ininterrumpidamente desde 2003:
Pero  Ellos  acumulan: con Bloomberg lograron poner en cuestión el tema de la inseguridad y ese tema se instaló fuerte en la sociedad, hoy es agenda reconocida hasta por los más garantistas. Con la 125 también se llevaron algo, la posibilidad de faltarle el respeto a la política, a la Presidenta. Lograron una cierta impunidad para enfrentar violentamente a la democracia. Y con las dos últimas  movilizaciones ganaron la firma de la oposición política a la no re-reelección.

Pero venían por la derogación de la Ley de Medios y no pudieron. Como no pudieron pedir la renuncia de Cristina. Van por todo pero como buenos traficantes  se llevan lo que pueden. Sin el 54 por ciento de los votos, la democracia estaría en peligro.

Juan Montes nació en Córdoba, formó parte de los cabecitas negras que viajaron a Buenos Aires para salir de la pobreza. Vivió en una villa miseria de Munro. Un plan Evita puso a su familia en una casa como la gente. Vendió sandías y escobas a la vera de la ruta. La dictadura, la desaparecedora, lo encontró trabajando en la editorial Abril como aprendiz de tipógrafo. Muchos años después  dirigió un diario hasta que la línea editorial lo puso en crisis y renunció.

Juan podría explicarle a alguna Cinthya García (si hubiera otra con tantos ovarios)  porqué quiere a Cristina, porqué se hizo peronista y porqué pelea por la Ley de Medios.
A Juan le gusta definirse como actor (en alguna escala estudió arte dramático) y peronista.
En la Argentina hay muchos Juan Montes, pelean por causas importantes y no buscan ni 5 minutos de fama. El 7 de agosto con un acto de unas 300 personas definió que había que comenzar la pelea por el 7 de diciembre.

Hoy en Villa María está feliz organizando debates, volanteadas y actos para que todos respeten la Ley. Y sabe que no está solo.

Todas las historias no están en la televisión, ésta es una de esas.
Cientos de foros, actos, recitales, en todo el país van por la aplicación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Los hay de todos colores y formas. Es otro tipo de movilización. Los que las promueven dan la cara, debaten, ponen mucha libido en su acción. También los mueve el deseo.

Es muy profundo lo que está pasando con nuestra gente. Son cientos de miles los que se movilizan a favor de una Ley. Y por esta vez en la historia argentina aunque los Ellos tienen más fierros, la pelea se da en el terreno de las ideas, una batalla violentamente cultural. 
 
 
Néstor Piccone

12/11/2012

MAGNETTO COMO YABRAN


Jorge Déboli, es un sesentista. Sus canas lo delatan tanto como su relato: ese que con el que da cuenta que utilizaba el grabador Geloso para difundir los mensajes en cintas magnetofónicas que Perón enviaba desde su exilio en Madrid. Actualmente es Editor Periodístico “gráfico” como le gusta definirse. Por estos días anda recorriendo el país, más precisamente la comarca andina que va de San Martín de los Andes a El Bolsón.

En su paso por Bariloche, acompañado y acompañando a otros militantes de la Coalición por una Comunicación Democrática, en línea con debatir con comunicadores, periodistas, universitarios, funcionarios, radiodifusores, militantes sociales y políticos dio su propia visión de lo que pasa con el monopolio y con el 7 de diciembre.

Desde la Patagonia la vida se ve distinta, el país se siente de otra manera. En Bariloche, por ejemplo, el grupo Clarín no tiene cable, tiene un canal de televisión abierta. Existen dos cables: uno es del Grupo Vila Manzano y el otro es de la cooperativa eléctrica de la ciudad, o sea es de los barilochenses. Hay señales y programas que pelean por comunicar lo que pasa en la ciudad pero les cuesta conseguir pantalla. El canal estatal provincial no tiene visibilidad en la ciudad, como en la mayoría de las localidades de la provincia.

 La última vez que los medios hegemónicos porteños se ocuparon de la comarca fue por la catástrofe del volcán Puyehue, después se olvidaron. A los medios monopólicos no les importa la vida diaria de los argentinos.

Déboli, que alguna vez integró ADEPA, la entidad hegemonizada por Clarín, representando a una agencia provincial de noticias de la que era su Director General (controlada por cinco diarios bonaerenses socios minoritarios del Grupo Clarin en la agencia DyN), sabe cómo opera el monopolio. Déboli, fue de los primeros en alertar al gobierno nacional sobre cómo operan estas dos empresas  (Clarin y La Nación), asociadas al Estado, manejando el precio y la distribución del papel para diario. Con su insistencia supo sumar a unos cuantos diarios y semanarios del interior para que la política comprendiera que si no hay acceso al papel, no hay Libertad de Prensa.

En medio del primaveral clima montañoso, Déboli contó con mucha tranquilidad pero con la seguridad que le da la coherencia de haber defendido siempre la causa de la Libertad de Expresión, cómo logró que se conociera esta seria limitación a Libertad de Información y del derecho de los lectores a informarse a través del medio local, a partir del manejo monopólico de la fabricación y distribución del papel para diario. Fue en las Audiencias públicas promovidas para debatir en el Parlamento el Proyecto de ley de Servicios de Comunicación Audiovisual en el año 2009, que pudo colar la denuncia contra el manejo autoritario que del papel hacían los dueños de La Nación y Clarín, los hoy más conocidos Héctor Magnetto y Bartolomé Mitre.

En Bariloche hay un diario local, El Cordillerano que no es oficialista, pero por las dificultades que tiene para acceder a una cantidad y un precio justo del papel ve limitada su Libertad de Prensa, pudiendo salir con ediciones de apenas 40 páginas. Tiene que competir con otro diario, el Río Negro, que por ser socio minoritario de Clarín, corre con la ventaja de conseguir mas papel a menor precio, lo que le permite salir con 88 páginasPor esa sociedad logra imponer un diario de mejor calidad estética y de impresión. El Río Negro no es Clarín pero dice lo mismo. Como contrapartida por del papel, existe un acuerdo, logrado bajo presión de Clarín para que  los títulos de tapa de carácter nacional estén en línea con el diario porteño.
Déboli, contó algunas cosas más, que si bien no tienen que ver con el 7D, no deberían pasar desapercibidas. Mitre y Magnetto están acusados de haberse quedado con Papel Prensa bajo la dictadura y aprovechando el poder desaparecedor de los militares, para quitarle a la familia Graiver esta empresa de alto valor estratégico.

Déboli, un loco del Twiter y de la lectura de Medios a través del celular, contó también que el jueves pasado la famosa Cámara de Casación Penal luego de largas demoras, (dos años aproximadamente) designó al juez Julián Ercolini en la causa por la apropiación de Papel Prensa. Este delito está caratulado de Lesa Humanidad.

Magnetto tiene muchos problemas y por eso tuvo que salir de la cueva. Como Yabrán en su momento se vio obligado a hablar públicamente, perdió la impunidad que le da moverse por detrás de sus múltiples pantallas y coberturas. Acusó al gobierno como hace todos los días desde el monopolio. Pero pase lo que pase va quedando claro que su accionar no es el de un empresario periodístico, sino la de un mafioso que más tarde o más temprano (y por vía de la justicia)  terminará con sus huesos en la cárcel, como cualquier delincuente.
 
 
Néstor Piccone

04/11/2012

UNA DENUNCIA DE NESTOR KIRCHNER


Se puede hacer periodismo,  ni oficialista ni opositor, periodismo.

El kirchnerismo demostró que se puede gobernar por sobre la agenda que los Grupos Económicos Concentrados y Transnacionales marcan en su Medios monopolizados.
La vida puede ser más sana si en lugar de convertir toda información en un espectáculo los medios difunden noticias y sobre ese sustrato fijan posición.

Corridos unos mil kilómetros de la metrópoli  se puede observar que en los medios conviven diferentes agendas, que no hay un relato único y que la diversidad es posible.

El Chaco es una de las provincias más pobres y empobrecidas de la Argentina. Aquí el Estado tiene una gran preponderancia a la hora de generar la seguridad laboral y alimenticia de los habitantes. Para cualquier gobernante provincial es necesaria una articulación con la Nación para que aquel pueda generar situaciones positivas para la creación de trabajo. Sucedía con el radicalismo cuando era gobierno y sucede con la gestión Capitanich.

Cuando los Medios concentrados la emprenden con el federalismo y amplifican la necesidad de una distribución equitativa del presupuesto ocultan su verdadero objetivo que es el de esmerilar el Proyecto Nacional apostando a la fragmentación. Pocos recuerdan cuando publicitaban a Domingo Cavallo definiendo que  provincias como el Chaco,  eran inviables. Ambos representantes de los GGCyT siempre buscan debilitar el  poder popular para imponer sus intereses  antipopulares y transnacionales. Hoy son los que entre Argentina y los fondos buitres optan por estos últimos, poniendo por sobre el interés nacional lo que efectivamente es un ataque a nuestra independencia económica.

Pero volviendo al Chaco y a las formas diferenciadas que adquiere la batalla cultural según uno esté en la metrópoli o en el interior profundo propongo un repaso de las posiciones político mediáticas de un diario como Norte, el más vendido en la provincia.
Algunas observaciones: no es un diario oficialista, en su plantel conserva buenos periodistas y en sus páginas vuelca una cuota importante de información.

Una rápida lectura demuestra que los títulos no están cargados de mala leche como sucede con los diarios opositores porteños. Norte, a diferencia de Clarín, la Nación y Perfil busca sumar lectores sobre la base de la credibilidad de sus notas y no bajar línea ni marcar agenda y menos disputar poder. Son lo más parecido a lo que en un momento se entendía como cuarto poder. Tiene lectores peronistas y radicales, kirchneristas y antikirchneristas  y  no genera ni adhesión ni rechazo, todavía se lo busca por la información que trae.

Se muestra la gestión de los gobiernos nacional (K), provincial (PJ)  y municipal (UCR) sin intentar cuidar a unos por sobre otros aunque pueden detectarse preferencias.

La editorial del domingo lleva la firma de su director Miguel Fernández. No es una empresa multimedia ni monopólica, convive con tres diarios más: La Voz del Chaco, El Diario (recuperado por los trabajadores) y Primera Línea de cuño radical. Conviven con varios portales que son leídos casi en la misma proporción.

La semana que pasó un caso policial adquirió valor nacional. El crimen de Tatiana Koloddzley se instaló en las editoriales de la semana.  Lo que apareció como un tema más de inseguridad se transformó en un juicio a la justicia y a los jueces.

Néstor Kirchner, apenas asumido y en una reunión a la que asistió quien esto suscribe notificó  que “el Estado estaba cooptado por el enemigo.” Pasados 9 años  de aquel día cada vez más se puede comprobar el aserto de aquella frase. Es muy difícil gobernar en línea con un proyecto que cuestiona al neoliberalismo y la concentración económica con una estructura estatal y una constitución consolidada en el apogeo del menemismo, capítulo argentino de la globalización neoliberal.

La ley de Medios, la reforma política más importante desde la Constitución de 1949, y sus problemas de aplicación, tienen que ver con aquella definición del  presidente que murió antes de tiempo.

No se puede aplicar la Ley con la misma estructura del viejo Comfer. Y como se observa día a día, tampoco se puede avanzar muy rápido con un Poder Judicial nacido al amparo de la dictadura militar. La demora en el tema de Derechos Humanos, la mirada machista sobre los delitos contra las mujeres y las cautelares contra la Ley de SCA dan cuenta de ello.

Néstor Piccone

28/10/2012

CLARIN METE MIEDO, PERO NO ASUSTA


La sala Jorge Luis Borges de la Biblioteca Nacional estaba expectante, con todas sus butacas ocupadas y gente en los pasillos.

Si bien los temas que se desgranaron fueron muchos, y con el correr de las horas los oradores recorrieron el mundo político y económico, la Ley de Medios volvió al centro de la escena.
La Asamblea no dejó de considerar  la reforma del Código Civil en Argentina, el triunfo de Hugo Chavez en Venezuela o la nueva y positiva negociación por la paz en Colombia pero recurrentemente  volvió para valorar de los cambios en la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual, con la gestión de Martín Sabbatella.

Además la gente de Carta le dio la oportunidad a la Coalición por una Comunicación Democrática para que informara sobre la campaña federal de Foros Populares Abiertos  y también para recibir la opinión que la CCD tenía de este momento. La reunión fue un abrazo entre dos instancias transversales.

Está claro que en los días que nos separan del 7 D muchas cosas se van a decir y hacer, como serán también muchas  las operaciones políticas que promoverá el multimedio mediático para condicionar, amedrentando  permanentemente, las acciones que adopte la democracia para que los grupos se adecúen a la Ley.

Un Carta Abierta, ya sobre la hora, cuando el partido se terminaba, casi desde el estribo, hizo una reflexión interesante sobre su propia y personal pelea contra el grupo Clarín. Primero contó como intentaba a diario que los alumnos pensaran lo que había detrás de los medios de comunicación pero después se expuso ante el auditorio contando las veces que Clarín lo obliga a confrontar la realidad con la verdad.

Un ejercicio que todos deberíamos hacer con todos los Medios todo el tiempo, pero que de aquí al 7D habrá que extremar. No es fácil, decía el hombre, detectar cuantas veces por día caemos en alguna trampa que nos tiende el multimedio.

Esta semana, no más, el nombramiento de un juez para que dictamine sobre la constitucionalidad del artículo 161, puso en riesgo la institucionalidad, porque se llegó a denunciar que  el gobierno  ejerce presión para que se aplique la Ley, como si esto no fuera una obligación de cualquier gobierno y de todo argentino.

Cuando finalmente se denomina al juez Horacio Cecilio Alfonso, Clarín: primero disimula la designación que se ajusta a derecho, luego manda a sus Medios amigos a que inicien la  tarea de desgaste con la amenaza de una posible recusación. El gobierno acata la decisión porque la misma rompe la trama perversa y antidemocrática, urdida en la Magistratura.
Que el gobierno nacional no quiere a Clarín está claro, pero que la acción que  emprende para que el Grupo se ajuste a derecho está dentro de los más estrictos parámetros de la democracia, no cabe ninguna duda.

 Como se demostró  con la Ley de SCA cuando se argumentaba que era K  y no lo fue ni lo será, también hay que remarcar que el plazo del  7 de diciembre no es un plazo puesto por el gobierno sino  que es de la Corte Suprema de Justicia y una exigencia de los miles de argentinos que promovieron la Ley y que quieren que todos/as la respeten.

Para Cristina aplicar la Ley es un mandato popular;  para Clarín resistir es un ejercicio de poder económico: en defensa de su caja (los millones de abonados al cable) y de la posibilidad de seguir manipulando la agenda de la democracia. Clarín está en la agenda de todos los argentinos y cada vez son menos los que le creen.

Para los argentinos la aplicación de la Ley de Medios es la posibilidad de ejercitar más y mejor la libertad y la democracia que muchos desconocen.

Para quienes militaron la Ley, sean o no kirchneristas, es una hermosa tarea de debate y de creatividad para esclarecer a la ciudadanía, es también la distribución de una pócima simbólica que sirva  para quitarle el miedo a quienes temen a  Clarín y es una causa que, de imponerse como queremos e impulsamos, servirá para abrir nuevos caminos en la construcción de una sociedad más justa donde todos tengamos el derecho a conocer la verdad y de acceder al conocimiento que nos permita ser más libres y mejores personas.
 
 
Néstor Piccone

21/10/2012